Un hombre y una mujer, que nunca se han visto antes, viajan en un velero. Él sólo sabe que lo espera su destino al final del viaje. Ella huye de un crimen que dice no haber cometido. No tienen nada que perder. Sólo los contiene el río y la esperanza de la libertad si logran llegar al otro lado. Pero, en el camino, un guardacostas interviene para complicar sus planes.
Un film que desde el inicio resulta ser un drama con toques de thriller, donde durante todo el metraje hay una calma tensa en cada momento, y que te tiene enganchado. Buenos papeles de los tres personaje principales. Sin embargo, toda esa tensión que se genera se difumina en todo el desenlace que convierte el final en algo desangelado. Aún así, le daría un bien alto.