Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. La película narra la historia de un niño de un pequeño pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Encantado por las oscilantes imágenes, Salvatore deseaba con todas sus fuerzas que el cine fuese en realidad magia. Un día, Alfredo, el operador de cine, accede a enseñar al pequeño los misterios que se ocultan en una película. Todos los niños de la pequeña villa van creciendo, sin perder nunca su amor por el cine, pero llega el momento en el que Salvatore debe dejar el pueblo y comenzar a buscar sus sueños. Y así ocurre durante treinta años hasta que un día un mensaje le comunica que debe volver a casa donde un secreto le espera.
Una excelente película, que yo dividiría en tres partes: La primera con Tótó (Salvatore Cascio) de niño, en una época totalmente entrañable; esa infancia curiosa y diablilla a la vez; un homenaje al cine clásico y a los entresijos del funcionamiento del mismo, acompañado de un personaje casi más entrañable que Totó, como es Alfredo (un notable Philippe Noiret). Luego pasañmos a un Totó en plena juventud, y ahí el film peca de romanticismo donde el protagonista va descubriendo el amor y el desamor. Y para terminar con un Totó adulto, donde la nostalgia sube a niveles muy altos, lo que resulta contraproducente (como cuando se abusa de cualquier cosa buena). A destacar los dos personajes citados, y la sobresaliente banda sonora de Ennio Morricone.